martes, 22 de octubre de 2013
¡Y al final qué!
Que sí, que sí, que las frases quedan muy bonitas, que las frases hechas son preciosas, que quedan muy bien, que nos pueden ayudar o dar a entender algo en algún momento, que nos pueden abrir los ojos, que puede que nos sirvan de motivación, que seguramente alguna se nos ha quedado grabada y siempre que podemos las decimos, que sí, que probablemente te ha venido ahora alguna a la cabeza nada más leer esto y hasta recuerdas aquellos días donde las tenías tan en cuenta, quizás hagas incluso a veces de consejero diciendo esas mismas frases, que todo eso y más, pero ¿quién eres realmente?
Para qué tanta frase hecha si después seguimos igual, para qué tanto buscar el sentido a las cosas, al día, a la vida con tantas y tantas frases si dentro de ti no las sientes, para qué haces de consejero cuando deberías aconsejarte a ti mismo ¿para qué?
E insisto, que sí, que entiendo que quedan muy bien para ligar, que quedan fenomenal cuando ves a otra persona con el estado de ánimo bajo, que queda muy bien para épocas en la vida, que sí, que en todo eso estamos de acuerdo, ¡pero al final qué!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario