lunes, 1 de septiembre de 2014

Carreteras cómplices

El viaje en carretera puede ser ameno, divertido y nos puede enseñar multitud de curiosidades y paisajes, todos hemos visto al que vende sandías, melones, naranjas, a la tienda de cerámica, de productos típicos de la tierra y es algo normal en cualquier viaje. Sin embargo, normalizar igualmente el hecho de ver a mujeres sentadas en sillas de chiringuito, con una sombrilla de playa, a pleno sol y con poca ropa puesta, en el arcén de la carretera, eso es algo que debiéramos denunciar de alguna manera. De alguna u otra forma, sabemos que las personas que están ahí lo hacen por chantaje, extorsión, amenaza, etc. Es difícil encontrar una solución cuando incluso ves a la propia autoridad pasar en su coche y hacer la vista gorda ¿es que no pueden hacer nada? ¿es que no les interesa hacer nada? no sé, pero da que pensar.

Hay una carretera por la cual he pasado varios días y es una imagen habitual, como decía anteriormente, para todos/as normalizada.
¿Qué podríamos hacer para que estas mujeres no estén en esa carretera y quien quiera ejercer este trabajo lo haga de forma legal y en sitios/lugares legales?

Pues de ahí me voy a la teoría económica de la oferta y la demanda. Esta nos viene a decir en resumidas cuentas que se ofrece lo que el público demanda o se demanda lo que se nos ofrece, tratando de llegar en competencia perfecta al equilibrio, en el cual la oferta y la demanda son iguales. 

Deducimos que si no hay demanda no hay oferta, por tanto, y mensaje dirigido sobre todo a los hombres, dejemos de ser cómplices de esta aberración contra la dignidad humana y dejen de demandar (consumir, comprar, pagar...) por estos servicios en este tipo de sitios, piensen un poco más allá de sus c.... y sean conscientes de que son ustedes tan culpables como quien extorsiona a esas mujeres para estar ahí.

PD: Creo que todos estamos de acuerdo en que es más bonito seguir viendo a personas que venden melones, sandías, naranjas, cerámica, mermeladas y un sin fin de productos de nuestra tierra.

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