El país que nos hemos inventado

En este país que nos hemos inventado todos jugamos un papel, y como tal, cada uno cumple su función dentro de los muchos colectivos inventados para la causa. En este país de mentira están los que defraudan al erario público para conseguir mayor lucro, por supuesto está el erario público que va por el colectivo más favorable para conseguir su objetivo de recaudación, a este colectivo más favorable se le denomina clase media, media alta, media baja y un sin fin de denominaciones más dependiendo a su vez de la asociación o grupo al que pertenezca. Ya sea un partido político, una organización sin ánimo pero tampoco animadversión al lucro, un colectivo que se considera castigado por el resto de la sociedad, en fin, podemos (palabra muy famosa en estos días) encontrar de todo. También contamos en este país con los que corrompen, los que mienten para llegar al poder, los que enchufan, los que te las cuelan por todos los lados (y mira que escaseamos de delanteros que hemos tenido que llamar a Diego Costa para el mundial), pero pillería y argucias para salir del paso, otra cosa no, pero en este país que nos hemos inventado prácticamente todo vale. Te puedes levantar una mañana y darte por cambiar un artículo de la Constitución, pues nada, llamas al otro que te tiene que apoyar y se cambia en un fin de semana, eso sí, cuando ya el cambio se propone por otros colectivos de los que antes hemos dicho que están más castigados por la sociedad, ¡ayy amigo! con la poli hemos topado, nunca mejor dicho. Pero que no se olvide una cosa, en este país que nos hemos inventado, como decía todos tenemos un rol, y hasta tú, yo, tu vecino o tu amigo, o tu jefe, o tu novia/o, o tu lo que sea, como decía juega un rol, ese rol que tú tienes consiste en hacer la vista gorda, porque mientras tengas la tripa llena, como bien sabes, la sangre se concentra en el estómago, así que no es momento de pensar ni reflexionar.